La interconsulta en histopatología consiste en la revisión y evaluación de muestras de tejido por un patólogo especializado para proporcionar una segunda opinión diagnóstica. A diferencia del diagnóstico inicial, la interconsulta permite confirmar diagnósticos, identificar patologías no detectadas y ofrecer alternativas diagnósticas, mejorando la precisión y la confianza en el diagnóstico.
Esta técnica se utiliza ampliamente para casos complejos, diagnósticos difíciles y cuando se requiere una validación adicional. Las muestras se obtienen a través de biopsias realizadas en otros centros y se envían como bloques histológicos o láminas preparadas para su revisión.
En el laboratorio, las muestras se procesan utilizando técnicas que abarcan desde la tinción con hematoxilina-eosina (H&E) hasta la inmunohistoquímica (IHQ).
La interconsulta en histopatología es crucial para el diagnóstico diferencial de cánceres, enfermedades infecciosas y trastornos autoinmunes.